• Una web de venta de palabras ofrece a sus clientes todo tipo de textos
• La oferta va desde sonetos personalizados hasta discursos institucionales

Marta Belver | Madrid

¿Se casa su mejor amigo y le ha encasquetado el dudoso honor de leer un discurso delante de todos los invitados? ¿Tiene que escribir una carta a Tráfico para recurrir una multa e ignora por dónde empezar? ¿Le gustaría conquistar con un soneto a ese compañero/a de trabajo que no termina de captar que le hace ‘ojitos’?

La solución a sus problemas puede estar en ‘teescriboloquequieras.com’, una web de venta de palabras de forma «personalizada y original». Los potenciales clientes son tanto personas a título particular como empresas de cualquier sector y los únicos límites los marca el tipo de pedido que hagan.

Detrás de este nuevo proyecto empresarial está Juanma Velasco, un novelista, columnista, ensayista y poeta que hace año y medio dejó un trabajo acomodado y solvente en una empresa de comunicación para dedicarse a tiempo completo a la literatura. En esta nueva etapa profesional ha cincelado ‘La muralla de nadie’, su undécima novela, que, quién sabe si de forma premonitoria, se ambienta en el Madrid olímpico de 2020.

«Cuando la capital pasó el corte en Quebec me alegré mucho, porque la realidad no me había chafado la ficción», explica el escritor, que en su libro imagina una suerte de ‘limpieza étnica’ de los mendigos que viven en el centro de la ciudad, ante la inminencia de la celebración de los Juegos, y que acaban recluidos en el municipio de Algete.

Mientras espera a que su último trabajo pase del cajón a los estantes y llegue el momento en el que pueda vivir exclusivamente de sus novelas, el autor ha trazado ‘plan b’. Y así es como se gestó www.teescriboloquequieras.com. «He decidido convertirme en un ‘negro’ a la nueva usanza, con la letra blanca, en un freelance de las tildes, en un mercenario amable de la escritura», explica Velasco.

Su primer cliente le encargó un poema para la boda de su hermano: «Tras intercambiar por escrito información sobra las circunstancias, se lo compuse relativamente rápido y ha quedado totalmente satisfecho». Era la primera vez que poetizaba sobre alguien a quien no conocía, pero, a la vista del resultado, confía en que sea sólo el principio.

Cartas a directores de colegio, prólogos para libros, comunicados internos de empresa, discursos institucionales… No hay formato de escritura que se le resista. Lo único que le cuesta, lo que realmente le despierta cierta «controversia interior», es ponerle precio a sus palabras.

Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2012/06/05/madrid/1338915618.html